sábado, 28 de junio de 2014

Ataque por el sur (III)


En los primero tiempos de la dominación árabe, los habitantes autóctonos de la península pudieron mantener su religión.  

Cristianos y judíos conservaron sus propiedades  y organización social, se mantuvieron regidos por sus propias jerarquías, pero supeditados a la autoridad política musulmana y a pagar una capitación. 

Tenían incluso un defensor que los representaba y podían tener también clero y obispos.

Con frecuencia, las alquerías de las zonas rurales estuvieron habitadas por clanes familiares que tomaban el nombre de la familia.

En el valle de Uxó; Benizahat, Benigasló o  Benigafull, fueron alquerías de ese tipo.

Algunas  eran simplemente las antiguas villas romanas que perduraron durante los tiempos de la monarquía visigoda. Otras se fueron edificando poco a poco. Los habitantes de las alquerías eran dueños de sus tierras aunque había tierras también propiedad directa del sultán.

Al estado islámico que se asentó sobre Hispania se le llamó pronto Al-andalus.

Los territorios de este estado fueron mermando con el tiempo, y con el tiempo también. el Estado pasó por varias unidades políticas. 

Al-andalus fue primero emirato dependiente de los califas omeyas de Damasco: desde la conquista en el 711 hasta el año 756. 

Fue después un emirato autóctono con sus propios emires y con capital en Córdoba, situación que se prolonga hasta el año 929. 

Se constituye entonces el Califato  independiente que termina en el 1031 para quedar desmembrado  a partir de entonces en distintos reinos de taifas.

La situación de debilidad de la veintena de taifas que se formaron  era tan evidente, frente a la reconquista cristiana, que hubo que recurrir a los bereberes almorávides del norte de África  para salvar la situación. 

Entre los años 1090 y 1144 los almorávides intentan sin éxito la reunificación.

También del norte de África proceden los almohades que intentan desde mediados del siglo XII hasta el año 1224 reconducir el estado islámico peninsular. La incapacidad de los almohades para dominar la situación se pone de manifiesto de forma indudable en la batalla de Las Navas de Tolosa en el año 1212.


La presión ejercida por los ejércitos cristianos sobre las fronteras del al-Andalus y las crisis internas, van paralelas a un cierre de filas cultural respecto de  cristianos y judíos.

La crisis del cristianismo dentro de las fronteras de al-Andalus  se hace más intensa con la dominación de  los almorávides.

Por el año 1130, con el fin de no promover el politeísmo y que todos abracen el Islam, el cadí de Córdoba ordena: 

No se debe prestar ninguna caballería a cristianos  o a  judíos, ni ayudarles en nada en sus fiestas”.

Las cosas se ponen difíciles para cristianos y judíos. Algunos optan por emigrar a las  tierras del norte; otros, seguramente la mayoría, opta por arabizarse.

Entre los propios musulmanes la supremacía corresponde a los árabes frente a otros grupos étnicos como los bereberes. Ciertamente, todos los que pueden, alegan pertenecer a un linaje árabe y lucir apellidos árabes.

Algunos bereberes habían llegado ya  durante la conquista en el siglo VIII, pero los grandes contingentes llegaron después  en distintas oleadas en el siglo X y el siglo XI.  El ser muchos en número les permitió ir ocupando importantes cotas de poder.

En el valle de Uxó, uno de los clanes presumía claramente de pertenecer al más puro linaje árabe, el clan de los Gasló. Otros tenían que conformarse con menos, 

Pero a medida que los bereberes son más en número,  van ocupando puestos más importante en las corte de las taifas.  Algunos como los Sinhaya o los Zanata, consiguen los puestos más altos en algunos territorios. En el valle forman los  clanes de los Ceneja y Zeneta.

Las categorías estaban claras en el valle. Primero los árabes, luego los bereberes, y al final, los cristianos y judíos convertidos.

Esta cuestión no era en absoluto menor. Precisamente la división entre árabes y bereberes y entre estos últimos los pertenecientes a distintas oleadas de llegada,  está en el origen de los conflictos profundos que dan lugar a los reinos de taifas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario