jueves, 8 de noviembre de 2018

Territorio y poder en el entorno de Sagunto. La Punta de Orleyl.


La cerámica ática, con centro de producción en Atenas, no sólo tiene interés artístico, sino que da también  pistas muy significativas sobre  los procesos técnicos, económicos, políticos y culturales ocurridos en el Mediterráneo en la época antigua.   


Los alfareros áticos se beneficiaron de la excelente arcilla rica en hierro del Ática. Los más destacados artistas áticos elevaron la pintura de vasos a la categoría de arte gráfico, paralelamente un gran número eran de calidad media y producidos para el mercado de consumo masivo. 


La extraordinaria importancia cultural de la cerámica ática se debe a su repertorio casi interminable de escenas que cubren una amplia gama de temas. Proporcionan testimonios tanto en lo que respecta a la mitología como también en lo referente a la vida cotidiana. 

Las piezas fueron producidas para el mercado interno, por una parte, y eran importantes para las celebraciones o para los actos rituales. Por otro lado, también fueron un importante producto de exportación vendido en toda el área mediterránea.

​Las cerámicas de importación ofrecen interesantes inferencias según su presencia o ausencia en una región.

La utilización cerámica puede ser observada bajo tres perspectivas: la alimentación, la muerte y el almacenaje.


Cronología de las últimas importaciones áticas en el Este de la península ibérica, en el entorno inmediato de Sagunto. 



En 1981 se publicó un estudio sobre  la necrópolis de Orleyl, en La Vall d’Uixó (Castellón), situado en la zona fronteriza entre los íberos edetanos y los íberos ilercavones,  que proporcionó diversos materiales áticos. 

Resultado de imagen de la punta de orleyEn la tumba II, que se encontró intacta, además de otros elementos de ajuar de evidente importancia (tablillas de plomo con textos ibéricos, juego de pesas, platillo de balanza) apareció, usada como urna cineraria, una cratera de campana de figuras rojas con representación de la lucha de grifos y arimaspos que se atribuyó al Pintor de la Amazona. Tapándola, había un cuenco ático de barniz negro y, por encima de ella, una copa Cástulo, que apareció rota y sin asas, no habiéndose hallado en la excavación las partes que faltaban, por lo que pudo estar ya rota en el momento de colocarla en la tumba.  

La cronología que se le asigna por los excavadores está entre finales del siglo v y primera mitad del siglo IV a. C.; por lo que se refiere al cuenco, la datación se sitúa en torno al 325 a.C. En cuanto a la cratera, los excavadores la sitúan hacia el 350, o incluso podría ser un poco más antigua: 375 a. C. 

El descubrimiento y publicación, siquiera parcial, del vertedero de un taller cerámico ateniense en el que había restos de la producción del Pintor de la Amazona, permite reabrir el debate sobre la cronología de este pintor puesto que en el depósito se encontraron restos de varias ánforas panatenaicas algunas de las cuales llevan el nombre del arconte Polemón, que estuvo en funciones en el año 312/311 a. C., lo que permite datar en torno a esa fecha la deposición de esta carga fallida de un horno.

Parece, incluso, que no se trata de las últimas producciones del taller que habría continuado activo hasta finales del siglo iv a. C, es decir, hasta e laño 300 a.C. 


Esta cronología, ya muy avanzado el siglo iv a. C., muestra cómo todavía en estos momentos productos áticos de figuras rojas seguían llegando a la península y cómo las élites ibéricas seguían haciendo uso de los mismos en sus rituales funerarios, añadiendo, como en el caso de Orleyl, algún objeto más antiguo como la copa Cástulo.

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Adolfo J. Domínguez Monedero 

Universidad Autónoma de Madrid
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¿Cómo llega la cerámica ática a ese entorno?

Aun reconociendo la existencia de determinadas áreas de influencia está claro que tanto mercaderes griegos como púnicos se adentran al norte o al sur de la cuenca del Mediterráneo Occidental.


Lo que si puede decirse a partir de las fuentes escritas y de las fuentes arqueológicas es que parte del material griego llegó transportado por barcos cartagineneses. De acuerdo con este dato, los cartagineses estarían haciendo de intermediarios entre el productor ático, con sede en el entorno de Atenas, y el consumidor ibérico. 


¿Cuando cesa la llegada de material ático?


En el sureste de la península ibérica, si bien no faltaban las últimas importaciones áticas, si que puede hablarse de un vacío real de productos exógenos entre finales del siglo IV y principios del siglo III a.n.e. , es decir, hacia el año 300 a.C. 


Generalmente este problema se aborda por tres vías opcionales: primera, el descenso de las fechaciones de las últimas importaciones griegas; segunda, el ascenso de las primeras importaciones de los llamados "Talleres protocampanieneses" productores de barnices negros, generalmente de imitación ática, en el Mediterráneo Occidental (sobre todo los talleres de Rosas y el de las Pequeñas Estampillas); la tercera opción consiste en dejar un amplio segmento temporal de cincuenta años que carezca de· unas u otras importaciones, o sean éstas muy débiles.


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La cerámica de importación en el

registro arqueológico

RISUEÑO ÜLARTE, Beatriz


ADROHER AuRoux, Andrés María

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La cronología completa desde el VI hasta el IV.

El material proveniente de excavaciones y prospecciones de la región ilercavona, entre el Mijares y el Ebro,  indica una presencia del comercio griego equiparable al de otras zonas de la Península Ibérica en cuanto a las formas cerámicas y a la cronología, pudiendo establecerse un desarrollo cronológico que vale para el entorno de Sagunto.



  • Un primer momento (antes del 550 a.C.) en donde tan solo se dan los productos de lujo, como son las cerámicas grises monocromas halladas en el asentamiento  del Puig de la Misericordia (al sur del Ebro), o las copas jonias B2.



  • Posteriormente se dan las producciones áticas de la segunda mitad del siglo VI e inicios del V a. de J.C. (550-450) como son las cílicas de barniz negro del tipo C de Agora de Atenas, encontradas en el Puig de la Misericordia, en el la Nau y el Castell de Amposta o las cerámicas áticas del estilo de figuras negras localizadas en el Puig de la Nau. También de este momento son las primeras producciones cerámicas del estilo de figuras rojas halladas en el Puig de la Nau. A estos productos de lujo se les une las ánforas jonio-masaliota del Puig de la Misericordia, y las masaliotas, exhumadas en este mismo asentamiento y en el Puig de la Nau. Con lo cual la cerámica de lujo se ha producido en Atenas, mientras que las ánforas para transporte de vino, aceite y graneles se producen en el entorno de la colonia focense de  Masalia



  • Un tercer momento, corresponde a la segunda mitad del siglo V a. de J.C. (450-400 a.C.) cuando se inicia el apogeo de este comercio, no obstante debemos de indicar que en el yacimiento clave de este momento, el Puig de la Nau, los porcentajes de producciones cerámicas griegas son comparables a las púnicas, lo que vemos también por ejemplo, en algunas zonas al norte del Ebro. Por otra parte , estas producciones tan solo representan el 0'5% del material exhumado en el yacimiento, un porcentaje muy bajo. En este momento nos encontramos con las cerámicas del estilo de figuras rojas. Es el único momento en que se da la forma de la crátera, como nos muestran los ejemplares del yacimiento de Torre la Sal, un asentamiento ubicado en el cordón litoral, en un punto intermedio entre Sagunto y el Ebro. A las producciones cerámicas de lujo se les añade las ánforas masaliotas, que son bastante escasas en comparación con las cerámicas de vajilla.



  • En la primera mitad del siglo IV a. de J.C. (400-350 a.C) , siguen predominando las cerámicas áticas de barniz negro, tal y como aparece en  el asentamiento de la Moleta del Remei (al sur del Ebro).  No presenta, sin embargo, ninguna ánfora masaliota al contrario de algunos otros yacimientos más al norte, bien es verdad que no presenta ningún otro tipo de ánfora, escasamente algunos fragmentos de ánforas ibéricas (locales).  No sólo aquí sino en otras zonas de la Península Ibérica, este parece el momento final de la llegada de producciones áticas. 



  • En la segunda mitad de la cuarta centuria (350-300 a.C.), las producciones áticas dan paso a las producciones itálicas de barniz negro, aunque presentan una disminución en relación a las producciones áticas, disminución que está en relación con la ausencia de asentamientos ibéricos de esta época en la al sur del Ebro.


La distribución del material griego en la región es  practicamente costero, con los ríos como ejes de penetración.  El río Ebro, el Senia y el Servol  son los caminos naturales hacia el Bajo Aragón. Especialmente el río Ebro, pues este está jalonado de hallazgos de cerámica griega, aunque en escaso número, hasta el Bajo Aragón. 


Curiosamente, el valle del río Palancia, en cuanto al comercio de los productos griegos, su importancia es practicamente inexistente, a pesar, incluso, de que el asentamiento de Arse-Sagunto se situa en la cuenca baja de este río. En cambio es el río Mijares el que se encuentra jalonado por los hallazgos griegos, lo que podría indicarnos el camino que siguieron los escasos fragmentos áticos encontrados en la zona de Teruel.


A diferencia de los fenicios en el  siglo VII y VI, que penetran hasta asentamiento muy pequeños, el interés de los griegos, en lo que zonas del interior se refiere,  se centra en el sureste y en el sur peninsular  debido a los productos mineros que el valle del Ebro no parecen poseer. Tan solo en el siglo V y la primera mitad del IV habría cierto interés en la ilercavonia costera que ofrecerá cereal como contrapartida a la cerámica de lujo y al vino masaliota.


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A grandes rasgos, a pesar de  que los que los datos no dan más que una visión parcial, pueden verse algunos grandes momentos en la antigüedad prerromana de las costas mediterráneas del este de la península ibérica.


Con un inicio quizás tan temprano como el 900 a.C., con un momento fuerte hacia el 600, y con punto de bajada hacia el 575 con la caida de Tiro, los fenicios tiene una fuerte penetración incluso en puntos bastante al norte, entrando por los valles de los rios de forma bastante generalizada. 


En el periodo siguiente los griegos focenses, que se asientan en la colonia de Masalia, y tienen como un punto estratégico para la navegación costera en  Ampurias, comparten ámbito comercial con los cartagineses. Los íberos locales van aumentando su capacidad de control y organización y la penetración hacia el interior de los foráneos parece menor. El valle del Palancia parece al final controlado por los locales de Arse-Sagunto.


A partir del 400 la presencia de griegos masaliotas parece decaer al sur del Ebro, sin embargo la ceramica de lujo ática parece seguir llegando, quizás traída por cartagineses o por itálicos. 


Desde el 350 la presencia itálica es más clara y la cerámica ática deja de llegar. Ya se ve con más claridad que la hegemonía sobre esta parte del Mediterránep va a acabar siendo un cuestión que habrá que dirimir entre Roma y Cartago.


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LAS IMPORTACIONES GRIEGAS EN LA COSTA ILERCAVONA 


ARTURO OLlVER FOIX


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MATERIALES DE LA NECRÓPOLIS IBÉRICA DE ORLEYL

Mesado, Oliver

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Visto desde una perspectiva más local. 

Control del territorio en el paso del Mijares al Palancia (desde territorio ilercavón al territorio de Arse y la Edetania.



A mediados del s. V, La Punta ya es un oppidum que claramente domina La Plana Baixa, las rutas al Palancia y por tanto, los accesos a Arse y la Edetania desde el área ilercavona. Durante el ibérico medio, hacia finales del s. IV, la zona de la acrópolis, siguiendo con la pujanza del oppidum, sufrirá una segunda remodelación al ponerse en práctica otro proyecto urbanístico. En este caso se encamina a la creación de un área delimitada, sobre la que se emplazarán uno o varios edificios, entre los que destaca la Construcción II, con una funcionalidad por ahora desconocida, ligada a un orden social determinado como un edificio de poder o de prestigio. 

Por tanto, generalizando, podemos concluir que la evolución de este área del poblado pasa por las siguientes etapas o fases: primero como hábitat y posible almacén (ibérico antiguo), con posterioridad como un espacio de marcado carácter militar con la construcción de la Torre I (ibérico pleno)  y, por último. como un espacio cerrado, público o privado, centrado en la Construcción II / Edificio A (ibérico tardío). 

-----------------------------------------------------------------------------------------Si bien en la fase del ibérico antiguo  el poblado de La Punta simplemente parecía mostrar los intereses de una comunidad agrupada en un asentamiento, en el ibérico pleno, se convierte en un centro urbano de índole militar y centro del poder, tipo oppidum, desde donde se asegura el control del espacio, la extracción del excedente y la supervivencia del estado gracias a una elite de carácter comarcal de segundo grado dentro de la jerarquización edetana seguramente establecida por pactos de fidelidad. 
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Hacia el años 300 a.C., coincidiendo con la  existencia de un sistema aristocrático para la Edetania, prosigue la división entre espacio productivo e improductivo, pero ahora, abandona su carácter militar, convirtiéndose en un espacio privado, como palacio, posiblemente dentro de un modelo de servidumbre gentilicia nuclear. 

En un mismo contexto coincide el desarrollo de la actividad mercantil y artesanal, y un nuevo patrón de asentamiento en el que adquieren importancia los pequeños núcleos de tipo rural que implican cierto distanciamiento entre campo-ciudad, una mayor división y especialización del trabajo y unas nuevas relaciones de producción que conllevan un desarrollo de las fuerzas productivas y la ruptura de las relaciones parentales.

La aparición de un grupo ligado a unos nuevos modos de explotación y posesión de la tierra pudo llevar a la confrontación con otras elites, cabe destacar los conflictos descritos en las fuentes clásicas entre Sagunto y sus vecinos que pudieron desembocar en el establecimiento de una servidumbre gentilicia territorial (Ruiz, Molinos, 1993), que si bien por el momento no podemos identificar ni descartar con anterioridad a las segunda guerra púnica, con posterioridad a este conflicto, se intuye con la incorporación de la comarca al territorio saguntino y la desaparición de La Punta d'Orleyl como centro de poder.
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La Punta de Orleyl. Un ejemplo de espacio de poder.


José María García Fuertes 

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