viernes, 4 de julio de 2014

Valentia (II). Visigodos atacados por el sur.

Valentia se queda al margen de lo más duro de las invasiones bárbaras y consigue mantenerse con una forma de vida que trata de continuar la de los tiempos del Imperio.

Incluso durante algún tiempo parece que va a quedar dentro del imperio Romano Oriental, después de que los bizantinos conquisten una franja del levante peninsular.

Quedan entonces en terreno de frontera, y los visigodos, que gobiernan la mayor parte de la península,  se ven obligados a colocar aquí importantes guarniciones defensivas. El antiguo circo sirve ahora de fortificación.

Evidentemente este es un signo de que los esfuerzos por mantener la forma de vida antigua no tienen demasiado éxito. No hay lugar para pasatiempos como el circo,  en parte porque los espectáculos del circo no son bien vistos ahora con los ojos de la mentalidad cristianizada. Pero, sobre todo, porque todo el afán de cada día esta ahora en la defensa.

Cuando lo visigodos logran expulsar a los bizantinos en el 625, esto tenía que haber devuelto la normalidad a la ciudad, pero los tiempos que vuelven son muy distintos. 

El Imperio Romano estaba organizado territorialmente alrededor del Mediterráneo y las ciudades costeras eran un elemento principal de esta organización. Los puertos eran puntos clave en el transporte de personas, de las legiones y de las mercancías. 

Los pueblos bárbaros, por el contrario, ven el mundo desde tierra adentro. Y al igual que Sagunto , Valentia se queda en una posición periferica con un tono de vida urbana muy bajo.

En estas circunstancias, en el año 711, se produce el ataque por el sur. Los musulmanes atraviesan el estrecho de Gibraltar y en un par de años escasos llegan al levante peninsular. 

En el sureste de la península, el enfrentamiento armado se sustituye por el pacto. los musulmanes pactan con Teodomiro, un conde visigodo. 

No podemos saber ahora si Valentia estuvo realmente incluida en ese pacto, pues de él se conservan varias versiones. 

De todos modos, el nombre que va más ligado a la llegada de Tariq a Valentia es el de Agrescio, que se supone que era el gobernador de la ciudad en ese momento. Ni uno ni otro parecen interesados en una confrontación dura, y la ciudad capitula.


La nueva situación queda clara. el poder lo tienen los invasores, pero por debajo de ellos se pueden mantener, de momento, el régimen de vida anterior. Los tributos eso si, han de rendirse ante los musulmanes. 

La capitación incluye cuatro almudes de trigo, cuatro de cebada,  vinagre, miel y aceite, en el pacto de Teodimiro, pero no puede ser muy distinta, en general-.

Lo importante es que este tipo de pacto les es necesario a los invasores musulmanes, porque no tienen los efectivos suficientes para asumir el control en todos los escalones de la organización social. Les hace falta que el señor visigodo mantenga el orden, imparta justicia con las leyes que la gente conoce, y resuelva los asuntos domésticos que puedan surgir. Sólo cuando se opone una férrea resistencia se produce el combate.

Valentia, para los árabes Balansiya,  pertenece en ese momento, en última instancia, a los dominios del  califa de Damasco. 


Pero Damasco está demasiado lejos. Hacia el año 779, en tiempos de Abderraman I, Balansiya se ve envuelta en  un conflicto entre facciones musulmanas y se organiza una rebelión en la ciudad. Sublevación que es sofocada y la ciudad arrasada.


A la ciudad le va bien frente a los ataques externos, en los que logra rendiciones pacíficas. Pero sufre en las luchas internas. Fue arrasada durante las disputas entre generales romanos, y fue devastada de nuevo en un conflicto entre bandos musulmanes rivales.

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