A finales del siglo IX,
Sagunto todavía era una ciudad fortificada importante. Pero en la mitad del
siglo siguiente, ya se la conoce como Murviedro,
de murus veteris, la de los muros
viejos; lo que da una idea del estado ruinoso en el que se encontraban los
vestigios romanos y la acrópolis.
En el siglo XI, los geógrafos árabes se refieren ya solamente a
la riqueza de las alquerías que rodean la ciudad, a que ésta tiene una mezquita
principal y algunas menores, y a que está rodeada de olivos, viñedos y algunos
frutales. A pesar de todo, sigue siendo el asentamiento más importante entre
Valencia y Burriana.
Citan también la
fortificación de Almenara, situada a cinco millas de Sagunto.
Repartidas por todo el
territorio hay localidades pequeñas, qura,
que son a veces un alquería, otras una aldea, o como mucho un pueblo pequeño, lo
que no impide que algunas de ellas estén fortificadas, o estén cerca de algún
castillo. Los castillos más importantes tienen un caid, que representa al
soberano, que detenta el poder.
Algunos asentamientos
tienen función administrativa, como centros recaudadores de impuestos y como
enlace entre el campo y las ciudades. En el caso de los asentamientos de la sierra
de Espadán, con Sagunto y Onda.
En el tiempo de la
conquista por don Jaime, había un caíd en Almenara pero parece que no lo había
ni en Uxó, ni en Castro, ni en Nules.
De lo que no hay duda es que
los castillos son la base de la sociedad islámica rural. La fortificaciones son
los puntos fuertes y elementos de referencia del paisaje de esta época.
Con todo, lo más importante
es la diferente percepción que de un castillo tienen un cristiano y un musulmán.
Para un cristiano, un castillo es la residencia de un señor feudal que impone
su voluntad a los habitantes del pueblo en el que se asienta. Para un musulmán es una fortificación en la que refugiarse si
se corre peligro.
Por eso, será la aljama de
Uxó, el consejo de ancianos, la que
rinda el castillo ante don Jaime y no un intermediario que represente el poder
musulmán. Sólo cuando un castillo tiene interés estratégico tiene un caid y una
guanición que depende del sultán.

La guarnición responde ante el sultán del castillo como pieza defensiva, pero la aljama tiene la capacidad para decidir su rendición, renunciando o no a utilizar el entorno próximo al castillo como refugio.
A fin de cuentas, en cada
territorio organizado alrededor de una fortificación que sirve de refugio, manda
la aljama, el consejo de ancianos, y la
aljama responde ante el rey de Valencia pagando los impuestos. Cuando la fortificación
es estratégica para el rey tiene una guarnición, y cuando no lo es, la aljama se ocupa también de ella.
Territorios organizado de
esta manera son Almenara, Nules, Castro, Uxó (para los musulmanes shun), Chovar, Azuebar, Soneja o
Segorbe. Flanqueados por tres ciudades pequeñas: Sagunto, Burriana y Onda.
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