En la entrada del Diccionario Geográfico-histórico que trata de la Ilergavonum Regio, el canónigo Cortés cita un fragmento de Tito Livio editado por Giovenazo.
Escribe que Sertorio, habiendo celebrado lo que traduce por un "congreso de españoles" en Castra Aelia (que Cortés identifica con Morella, pero que debió estar en algún punto todavía no bien identificado en el curso medio del río Ebro), envió a M. Perpena a la nación ilurcaona (así escrito) con veinte mil de a pie y mil quinientos de a caballo para defender contra Pompeyo la costa marítima de esta región, dándole instrucciones oportunas para defender las ciudades aliadas y hostilizar a Pompeyo.
Para hacer un recuento de qué ciudades podrían formar parte de la región de los ilergavones, Cortés hace uso de todas la fuentes que conoce.
De PTolomeo las siete ciudades: Carthago Vetus, Biscargis, Theana, Adeba, Tiarjulia, Sigarra y Dertosa.
De Rufo Festo Avieno: Hylactes, Histra y Tyriches.
Cita también Cheronesos (que aparece en Estrabón), pero no Cartalias ni Oleastrum, porque al menos la primera la asocia con territorio edetano; y cita asimismo puerto Tenebrio, Ibera, la ciudad Sicana y Hemeroscopium.
Añade también algunas mansiones del itinerario de la vía Augusta, aunque la construcción de la vía es posterior a los tiempos de Sertorio y Pompeyo.
Sin embargo, no hace uso en este punto del propio Livio, que cuando trata de la Segunda Guerra Púnica cita Onusa como ciudad que muy probablemente está en territorio ilergavón.
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El arco de Cabanes y el enfrentamiento entre Sertorio y Pompeyo
A pesar de su sencillez arquitectónica, el arco de Cabanes siempre ha llamado la atención en un territorio en el que los vestigios de este tipo son escasos.
La asociación del arco con un división territorial nunca ha sido una buena opción porque el arco no se sitúa perpendicular a la vía. Ésta no le pasa por debajo, sino que está en el lateral.
Si se descarta esta opción nos queda que sea un arco conmemorativo, pero entonces hay que averiguar de qué es conmemorativo, qué es lo que conmemora o a qué se rinde honores.
Que sea algo privado, vinculado con los propietarios de una villa, no parece una opción muy sugerente, sobre todo porque el arco está encima, esta vez sí, de un camino que se dirige directamente a la costa. Un camino que no es en absoluto privado.
En la línea de esta opción, se ha ido tirando de acontecimientos anteriores al tiempo de la construcción del arco, que se supone contemporáneos de la vía o construido en los siglos inmediatamente siguientes. A partir de ahí, los hechos más llamativos y conocidos son sin duda los relacionados con la Segunda Guerra Púnica. La muerte de los Escipiones ha sido un recurso utilizado a pesar de que el relato de esos hechos estaba en principio relacionado con la Bética y a pesar de todas las reservas con las que hay que tratar los relatos de Livio y Apiano en los detalles de esos acontecimientos. Además, habían pasado más de doscientos años desde estos hechos cuando se construyó la vía.
Sin embargo, las guerras sertorianas sucedieron entre los años 80 y 70 a. de C. Habían transcurrido menos de ochenta años en el tiempo en que se construyó la vía y por lo tanto un periodo en el que es posible todavía la memoria colectiva de algún hecho importante.
Todo esto no sería demasiado significativo si no se añadiesen algunos datos más.
El camino que pasa por debajo del arco y que se dirige directamente a la costa, llega a un lugar sumamente interesante. Llega a una ciudad que estaba funcionando en ese momento de las guerras sertorianas, pero que decae rápidamente después de la guerra. Es una ciudad seguramente portuaria, con un puerto lagunar, y por lo tanto una ciudad estratégicamente importante. Si alguna ciudad tenia que asegurarse Sertorio frente a Pompeyo en territorio ilergavón era ésta.
Que Sertorio queriendo tener el control de esa ciudad se dirigiese desde el interior a la costa para encontrarse con el ejército de Pompeyo, que el encuentro se produjese con alguno de los contendientes haciendose fuerte en el tossal del Mortorum, que se produjese un enfrentamiento dramático, con un número elevado de bajas, que el lugar se conociese desde entonces como el lugar de los muertos "Mortuorum", y que de todo ello se dejase memoria en el arco conmemorativo de Cabanes, es compatible con el relato de Livio, con los datos arqueológicos disponibles, y con los conocimientos sobre el arco.
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TRAS LAS HUELLAS DE SERTORIO EN HISPANIA:
ARQUEOLOGÍA DE LA PRIMERA GUERRA CIVIL ROMANA
(82-72 a.C.)
María Luisa Pérez Gutiérrez
Directora: Alicia Ruiz Gutiérrez
Santander, 2014
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María Luisa Pérez Gutiérrez
Directora: Alicia Ruiz Gutiérrez
Santander, 2014
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¿Son compatibles esas conjeturas con el contexto general de la guerra y con los datos sobre su desarrollo?
Asumiendo el riesgo de simplificar acontecimiento muy complejos, que ya fueron tratados por los autores antiguos extensamente, se podría decir que Quinto Sertorio quiere hacerse fuerte en el territoro de Hispania como paso intermedio para ir contra el Senado de Roma, al que acusa de haber tenido un giro que beneficia a los más grandes en perjuicio del Pueblo de Roma, todo ello bajo la dictadura de Sila, al que Sertorio detesta.
En este mismo año, en el relato de Livio (fragmento 91) se tiene que Sertorio mandó un contingente importante de soldados para defender la costa de la región ilercavona. Pero puede que no fuese este el momento que valiera la pena conmemorar.
En el año 75, después que Metelo invernara en Corduba y Pompeyo en Narbona decidieron unir sus fuerzas. Para eso el primero decidió acabar con Hirtuleyo, que estaba en Lusitania. Lo derrotó cerca de Itálica y a orillas del Singilis, muriendo el comandante rebelde en el último combate con 20.000 de sus hombres. Entre tanto, Pompeyo rápidamente se movió hasta Sagunto, ciudad que se pasó a su bando cuando vio a su ejército a sus puertas. Después siguió hasta Valentia, urbe asediada por Herenio y 20.000 rebeldes. Sertorio, enterado de sus movimientos, inmediatamente se movió a ayudar a su lugarteniente. Pompeyo derrotó a Herenio y le dio muerte con 10.000 de sus seguidores, sus tropas después saquearon Valentia. Perpenna logró huir con los suoervivientes.
Pompeyo conquisto la Edetania fácilmente hasta llegar a Sucrone, que contaba con el único puente que atravesaba el Júcar; ahí se presentó también Sertorio. Ambos ejércitos sumaban unos 30.000 hombres. La batalla fue muy disputada hasta que el flanco de Perpenna empezó a retroceder y para evitar una matanza Sertorio dejó su ala al mando de otro subordinado, e intervino en persona para ayudar a Perpenna. Tras esto la línea optimate colapsó y el combate quedó decidido. Murieron 5.000 sertorianos y 6.000 pompeyanos.
Aunque las batallas de Itálica y del Jucar son de las más importantes de la guerra, Pompeyo no aparece en ellas como vencedor glorioso. Caso distinto es la liberación y posterior saqueo de Valentia, que sí queda sin duda en el haber de Pompeyo,
A finales del verano del año 75, Sertorio cercó en Sagunto al legado Gayo Memmio y 30.000 soldados. En las numerosas salidas de los optimates para conseguir suministros hubo constantes escaramuzas, y en una de ellas casi muere el legado pero fue salvado por sus propios hombres. Sertorio decidió retirarse a Palantia para invernar con los celtiberos. Metelo se retiró a Narbona.
Durante el año siguiente, la guerra no parece avanzar. El Senado decide utilizar una táctica diferente: una amnistía para los rebeldes que abandonen a Sertorio. Esto parece funcionar, puesto que algunos oficiales y jefes hispanos desertan de las filas sertorianas.
Así las cosas, en el año 73 Sertorio queda confinado en el valle del Ebro y su salida al mar sólo la tiene en algunas ciudades de la costa ilergavona. No es decartable que ese año, o incluso muerto ya Sertorio en el 72, la ciudad portuaria de la costa ilergavona fuese atacada por los pompeyanos, posiblemente defendida por los sertorianos, siguiendo un modelo utilizado en Lauro, por ejemplo, y luego derrotada y saqueada; y que esto se considerase un hecho importante por tratarse precisamente de un ciudad costera.
Que los pompeyanos se aplicasen con crueldad en la ciudad tomada no es en absoluto extraño visto el ejemplo de lo que hicieron en Valentia.
Así las cosas, en el año 73 Sertorio queda confinado en el valle del Ebro y su salida al mar sólo la tiene en algunas ciudades de la costa ilergavona. No es decartable que ese año, o incluso muerto ya Sertorio en el 72, la ciudad portuaria de la costa ilergavona fuese atacada por los pompeyanos, posiblemente defendida por los sertorianos, siguiendo un modelo utilizado en Lauro, por ejemplo, y luego derrotada y saqueada; y que esto se considerase un hecho importante por tratarse precisamente de un ciudad costera.
Que los pompeyanos se aplicasen con crueldad en la ciudad tomada no es en absoluto extraño visto el ejemplo de lo que hicieron en Valentia.
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