El escaso caudal que habitualmente presentan los
ríos de la vertiente mediterránea ha contribuido históricamente a un exceso de confianza entre los viajeros a la hora de cruzarlos. Un exceso de confianza que fue ocasionando peligrosas y luctuosas situaciones.
Por esta razón, se
produjeron iniciativas vinculadas a actos de devoción.
Este fue el origen del puente de Santa Quiteria sobre el río Mijares, en el camino real hacia Cataluña entre los términos de Villareal y Almazora.
Este fue el origen del puente de Santa Quiteria sobre el río Mijares, en el camino real hacia Cataluña entre los términos de Villareal y Almazora.
La autorización de
Jaime I en 1275 dada a Pedro Dahera, vecino de la primera,
comprendía la construcción de un hospital de
pobres y colectar fondos para completar el puente.
Como muchos otros fue destruido por las fuertes crecidas,
como la de 1381, y reconstruido. Actualmente
presenta unos 124 metros de longitud y 3 de anchura,
con arrimaderos sobre los tajamares, dos estribos
extremos y siete pilas con tajamares sobre los que se
extienden ocho arcadas de cuatro arcos en paralelo de
diferente grosor y unos 12 metros de luz. Hasta aquí se
emplea la sillería y desde los riñones la mampostería.
Muy próximo al anterior, sobre la rambla de la Viuda,
se erigió otro puente como acción piadosa de un notario
de Villareal, que en opinión del cronista Martín de
Viciana fue cosa de mucho merecimiento, porque en
las crecidas de la rambla perecían muchos viajeros al
cruzarlo.
El arquitecto Pere Compte lo trazó en 1486
en la elección del lugar y condiciones de contrato, y
fue erigido por los maestros Joan Pereç, hasta 1495, y
Miguel Peris, vizcaíno, entre 1493 y 1509. Se trataba de
un puente complejo, pues tenía que salvar 70 metros
de longitud, y alcanzar uno de sus arcos.
Claude de
Bronseval a comienzos del siglo XVI lo calificó como
hermoso, consistente y largo. Viciana, junto al cercano
construido sobre el Mijares, lo calificó de grande, fuerte
y hermoso, y por lo tanto prácticamente con los términos
vitrubianos que definían la misma arquitectura.
Philippe de Caverel, acompañante en 1582 de Jean
Sarrazin, abad de saint Vaast, mencionó estos dos
bellos y fuertes puentes. Jacop Cuelvis decía de ellos
en 1599 que eran muy fuertes y de muy buen cantería,
y el levantado sobre el Mijares con una cruz de mármol
bajo la cual había una inscripción en la que se
dejaba memoria de su resistencia a la fuerte crecida de
1584; en definitiva del triunfo del ingenio sobre la
fuerza de la naturaleza.
Sin embargo, el puente de la Rambla
de la Viuda se perdió a finales del siglo XVII por una
de las fuertes riadas frecuentes en la zona, y de él sólo
quedan algunos restos. Tomás Manuel Fernández de
Mesa denunciaba en Tratado legal y político de caminos
públicos y posadas… (1755) que la comunicación con
Barcelona por el camino real se interrumpiese en este
punto. Situación que pudo solucionarse cuando
Bartolomé Ribelles, entre 1784 y 1790, realizó en sus
proximidades un «famoso puente de piedra» de trece
arcos. Este puente también fue alabado en su aspecto
externo por Agustín de Betancourt, pero fue contundente
en la crítica a su estabilidad, puesto que las
avenidas de 1801 dejaron a la vista los cimientos de las
pilas, asentados simplemente sobre grava, sin pilotaje.
A lo que él mismo tuvo que poner remedio, mostrando
claramente cómo las dificultades de cimentación
llegaron hasta época contemporánea.
-----------------------------------------------------------------------------------------
Puentes de cantería en el Reino de Valencia de la Edad Moderna: construcción y polisemia
Luis Arciniega García
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Fuentes originales de la información:
J. E. MARTÍNEZ, Archivo de la Corona de Aragón. Catálogo de la documentación relativa al antiguo reino de Valencia contenida en los registros de la Real Cancillería Real... I. Jaime I el Conquistador. 1934, p. 396, doc. 1.814. Transcrito por P. Ramón de María en Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura, t. XVII, enero-febrero de 1936, p. 37.
M. DE VICIANA, Libro Tercero de la Chronyca de la inclicita y coronada ciudad de Valencia y de su Reyno, [Valencia, 1564] 1881, p. 336.
J. PI, V. PONS, La construcción de un puente en el camino real de Barcelona (Vila-real, 1486-1509): aportación a la obra del Mestre d’obres Pere Compte, «Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura», LXXVIII, 2002, pp. 197-212.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------