jueves, 14 de agosto de 2014

La organización del territorio en los alrededores de Sagunto antes de la conquista

A finales del siglo IX, Sagunto todavía era una ciudad fortificada importante. Pero en la mitad del siglo siguiente, ya se la conoce  como Murviedro, de murus veteris, la de los muros viejos; lo que da una idea del estado ruinoso en el que se encontraban los vestigios romanos y la acrópolis.

En el siglo XI,  los geógrafos árabes se refieren ya solamente a la riqueza de las alquerías que rodean la ciudad, a que ésta tiene una mezquita principal y algunas menores, y a que está rodeada de olivos, viñedos y algunos frutales. A pesar de todo, sigue siendo el asentamiento más importante entre Valencia y Burriana.

Citan también la fortificación de Almenara, situada a cinco millas de Sagunto.

Repartidas por todo el territorio hay localidades pequeñas, qura, que son a veces un alquería, otras una aldea, o como mucho un pueblo pequeño, lo que no impide que algunas de ellas estén fortificadas, o estén cerca de algún castillo. Los castillos más importantes tienen un caid, que representa al soberano, que detenta el poder.

Algunos asentamientos tienen función administrativa, como centros recaudadores de impuestos y como enlace entre el campo y las ciudades. En el caso de los asentamientos de la sierra de Espadán, con Sagunto y Onda.

En el tiempo de la conquista por don Jaime, había un caíd en Almenara pero parece que no lo había ni en Uxó, ni en Castro, ni en Nules.

De lo que no hay duda es que los castillos son la base de la sociedad islámica rural. La fortificaciones son los puntos fuertes y elementos  de referencia del paisaje de esta época.

Con todo, lo más importante es la diferente percepción que de un castillo tienen un cristiano y un musulmán. Para un cristiano, un castillo es la residencia de un señor feudal que impone su voluntad a los habitantes del pueblo en el que se asienta. Para un musulmán  es una fortificación en la que refugiarse si se corre peligro.

Por eso, será la aljama de Uxó, el consejo de ancianos,  la que rinda el castillo ante don Jaime y no un intermediario que represente el poder musulmán. Sólo cuando un castillo tiene interés estratégico tiene un caid y una guanición que depende del sultán.

El castillo de Almenara, a diferencia de lo otros,  sí tiene interés estratégico, y cuando se rinde ante don Jaime, el caid y la guarnición negocian por un lado, y la aljama por otro, de forma independiente. 

La guarnición responde ante el sultán del castillo como pieza defensiva, pero la aljama tiene la capacidad para decidir  su rendición, renunciando o no a utilizar el entorno próximo al castillo como refugio.

A fin de cuentas, en cada territorio organizado alrededor de una fortificación que sirve de refugio, manda la aljama,  el consejo de ancianos, y la aljama responde ante el rey de Valencia pagando los impuestos. Cuando la fortificación es estratégica para el rey tiene una guarnición, y cuando no lo es,  la aljama se ocupa también de ella.


Territorios organizado de esta manera son Almenara, Nules, Castro, Uxó (para los musulmanes shun), Chovar, Azuebar, Soneja o Segorbe. Flanqueados por tres ciudades pequeñas: Sagunto, Burriana y Onda.


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